Tenemos muy poco tiempo para dejar una huella verdaderamente importante en la vida de nuestros hijos a través de la educación emocional favoreciendo el conocimiento de su verdadero yo.  Las etapas anteriores a la edad adulta, es decir la infancia y la adolescencia, son las etapas más cortas.  No hay tiempo que perder.

Si somos adultos emocionalmente desarrollados y sanos, seremos capaces de educar a nuestros hijos de la misma manera.  Pero si tenemos carencias en nuestro desarrollo emocional tenemos la opción de formarnos e ilustrarnos para poder transmitir a nuestros hijos la educación emocional adecuada y crear un impacto positivo en sus vidas.

Cuanto antes estemos preparados emocionalmente mejor sabremos hacerlo con nuestros hijos, menos errores cometeremos educándolos y tendremos más capacidad para enseñar a los adultos emocionalmente sanos del futuro.

Los recursos de Mentes Fuertes van más allá, son transformadores.  Los niños, con el apoyo de un adulto, serán capaces de aprender todo esto por ellos mismos para ponerlo en práctica, desarrollarlo e interiorizarlo.  El resultado que buscamos es una sociedad formada por personas emocionalmente sostenibles: equilibradas, sanas y felices.

Los niños que crecen en un contexto emocional adecuado, aprendiendo con ayuda de recursos y a través de situaciones cotidianas, pueden desarrollar su personalidad de manera sana y equilibrada y llegarán a la edad adulta sin la necesidad de sanar nada.

No llevarán carga de creencias, pensamientos limitantes, remordimiento de conciencia…  Serán psicológicamente libres, sanos y fuertes para enfrentarse a la vida con decisión y coraje.  Se enfrentarán a los problemas de frente sin temor encontrando soluciones y sabiendo extraer el aprendizaje que les permita seguir creciendo.

Cuanto antes comencemos a enseñar inteligencia emocional a los niños y adolescentes antes alcanzarán maestrías en capacidades, habilidades y destrezas que les ayudarán a:

  1. entender sus emociones y las de los demás,
  2. gestionar sus emociones y sentimientos, y
  3. utilizar su información emocional para guiar su pensamiento y su conducta.

Y antes aprenderán herramientas increíblemente valiosas que les permitirán:

  1. utilizar el pensamiento profundo, crítico y analítico,
  2. enfrentarse a la vida con conocimiento pleno de ellos mismos,
  3. ampliar sus opciones para resolver situaciones o tomar decisiones y
  4. desarrollar la inmensa capacidad de enfrentarse a los retos de la vida

Hazlo por tus hijos, por su felicidad.